Libertad!

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martes, 22 de abril de 2008

Cómo es una revolución buena

Isidoro Zaidman //
La humanidad está acostumbrada a resolver sus problemas políticos mediante la violencia. Cuando los países son dominados por regímenes autoritarios y la represión, la pérdida de la libertad y la corrupción se vuelven intolerables el recurso es la revolución, la violencia y el golpe de Estado para salir de la situación y comenzar de nuevo. Con mucha frecuencia las soluciones revolucionarias violentas terminan siendo peores que las que pretendían corregir. Esta es la situación en la que vivimos los venezolanos desde hacen 10 años. Sin embargo en Hispanoamérica se dio una revolución que produjo un país único en el continente y en el mundo, fue la revolución de 1948 en Costa Rica liderada por José Figueres Ferrer, que muchos de nosotros no conocemos y de la cual vamos hacer un breve resumen.
José Figueres Ferrer dedicó una gran parte de su vida al trabajo del campo y la industria. Al comienzo no era un político profesional y tampoco un militar. En 1942, a los 36 años, inicia su vida política durante el gobierno del presidente Calderón Guardia, quien es acusado de corrupción y de actos irregulares. Durante un mensaje radial es apresado y exiliado a México. Durante el exilio se dedicó a mejorar su formación intelectual y política.Regresa a Costa Rica en 1944 convertido en líder. Se unió a las fuerzas opositoras al gobierno de Teodoro Picado. En 1948 a raíz de un fraude electoral en el que el Congreso desconoció la elección del candidato opositor Otilio Ulate Blanco, se alzó en armas y derrocó al gobierno.
Los comandantes de su revolución fueron un escritor, un administrador, dos militares y un banquero. La guerra duró un mes, hubo mil muertos y cientos de heridos. A la cabeza de su Ejército de Liberación Nacional entró a San José el 8 de mayo de 1948 e instaló la Junta de Gobierno, fundadora de la segunda república, que constituye la base de la Costa Rica actual. Figueres da el más grande ejemplo al mundo cuando disolvió el ejército victorioso, ese mismo año. Cientos de decretos de ley formaron la nueva organización del país en medio de un gran debate y enfrentamientos con los políticos tradicionales. En noviembre de 1949 se emitió la Constitución Política que aún continúa vigente. Esa Constitución inició la transformación de la sociedad costarricense, fortaleciendo la libertad y la democracia, las conquistas a nivel social y la modernización del país en el ámbito económico y el desarrollo cultural y artístico. Cuando completó los diez y ocho meses que solicitó para hacer las reformas propuestas entregó el poder al legítimo ganador de las elecciones, Otilio Ulate.
José Figueres era un hombre culto, honrado, de armas tomar, con una gran voluntad, decidido, activo y enérgico. Promovió el fortalecimiento de la clase media en Costa Rica. Incurrió en grandes responsabilidades históricas con aciertos y errores, apoyado por unos y criticado por otros. Posteriormente fue electo Presidente dos veces y murió el 8 de junio de 1990. Fue declarado Benemérito de la Patria ese mismo año.
Mientras esto sucedía en Costa Rica, en Venezuela en 1945 ocurría la revolución de octubre. Se formó la Junta de Gobierno de la cual Rómulo Betancourt fue el presidente provisional, se hizo una constituyente y se eligió presidente a Rómulo Gallegos quien duró en funciones diez meses; porque en noviembre de 1948 fue derrocado por un golpe militar que terminó en la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, que a su vez duró 10 años y fue derrocado por un movimiento cívico-militar. En 1958 comenzó la democracia venezolana. En 1961 se hizo la constitución número 24, hubo gobiernos alternados hasta 1999 cuando Hugo Chávez ganó las elecciones, hizo su constitución y comenzó la quinta república. En 2008 aún no sabemos como enrumbar el país y estamos tratando de resucitar de alguna manera las viejas prácticas y encontrar por medio de las armas el milagro que resuelva nuestros problemas. Luis Paulino Mora, presidente de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica, en su discurso durante la conmemoración del primer centenario del nacimiento de José Figueres Ferrer dijo:
"En lo esencial, podemos señalar que la diferencia entre este hombre y cualquier otro gobernante de facto de América Latina de su época, era precisamente su naturaleza humanista, su vocación pacifista, sólo así se explica lo que hizo por la justicia y el país, cuando pudo tomar otro camino más fácil y tentador". Oscar Arias Sánchez, presidente de la República en septiembre de 2006 dijo en un discurso refiriéndose a José Figueres: "fue un comandante sabio que silenció las armas y empuñó el derecho. Supo juntar nuestras voluntades para vencer la atonía, la parálisis y la mala fe. Es el honor que debemos al hombre que un día, al abolir el ejército, le dio a todas las generaciones posteriores de costarricenses su primer día como hombres y mujeres de paz". ¿Será que Venezuela no puede producir hombres así?
Médico
izaidman@cantv.net

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