Viaje al socialismo

Ramón Hernández

18/04/2008
No voy a repetir que el pueblo le dijo "no al socialismo" ni le voy a aclarar al nepótico ministro que fuese de mierda o pírrica la victoria, con 1 voto o con 10 millones, el referéndum para implantar el marxismo-leninismo-estalinista fue derrotado; pero sí le insistiré en que con su empeño en aplicar por otras vías las directrices cubanas sólo se deslegitiman y embarran más su anémica y pérfida gestión de gobierno.
No habiendo leído a Marx, pero encandilado por el centralismo democrático de Lenin, y apenas esclarecido por lo poco que abreva en los digestos, manualillos, catones, breviarios y simplonerías que le prepara la aya Marta Harnecker, el Coba criollo confunde los conceptos básicos de la economía y se enreda en su propia cabuya. Ignavo, supone que cuando soslaya, obvia o se salta un paso del proceso mercantilista le inflige una derrota definitiva al capitalismo. Tonto, lo importante no es el metro, sino la cantidad de tela que mide. Sea con bolívares o con fichas zamoranas, a tanto se compra el muñeco y a tanto el cachimbo. Mercado puro.
Si las lecturas del comandante-presidente no las filtrara y decidiera la nomenklatura cubana, estaría al tanto del informe secreto que leyó Nikita Kruschev en febrero de 1956 al XX Congreso del PCUS, en el que denunció las características de la barbarie cometida contra la humanidad en nombre del socialismo, cuyas víctimas sumaron decenas de millones -de hambre, en el paredón, comidos por las ratas, desollados, torturados o desmembrados por los camaradas de celda- cuando Stalin era el jefe absoluto del partido y del Estado. También sabría que ha sido mediante la mano invisible del mercado que alentó Deng Xiaoping que centenares de millones de chinos han superado la miseria.
El estalinismo no cayó del cielo como un meteorito, ni apareció por arte de birlibirloque. Tuvo su origen en la organización bolchevique, sumamente centralizada y con una disciplina cuartelera. El núcleo dirigente imponía manu militari su política a los militantes, sin el menor atisbo de democracia o de debate. Todavía manda en Corea y en Cuba. Speculum est.
El PSUV comete los mismos errores. Actúa como un partido totalitario, como una comandita de ignaros sin alma, cuando proclama su supremacía ideológica y se considera poseedor de la conciencia revolucionaria que se le debe inculcar a las masas. Plejanov lo avizoró en 1904: "Al final, todo girará en torno a un solo hombre, que tendrá en sus manos todos los poderes". En 1918, Rosa Luxemburgo escribió que "sin elecciones generales, sin libertad de prensa y reunión, sin discusión libre, la vida muere y la burocracia es lo único que permanece activo". ¿Socialismo o muerte? No. Socialismo es muerte. Vendo manual de resucitación inmediata, sin camisa de fuerza