Ana María Valeri //
Hace cincuenta años las religiosas de la Compañía del Salvador llegaron a Venezuela para cumplir la petición que S.S. Pío XII hiciera a los religiosos españoles para evangelizar Suramérica. En 1957 la madre María Félix Torres, fundadora de la congregación y su más cercana colaboradora, la madre Carmen Aige, pisaban tierras americanas para dar los primeros pasos en su misión de apostolado entre los más necesitados. Sin embargo, para el siguiente año, las jóvenes religiosas encargadas de cumplir con el trabajo misionero que se les encomendara, recibieron del señor Arzobispo de Caracas una propuesta distinta: "Abran el mejor colegio de la ciudad", les dijo, indicándoles que se ubicaran en la zona residencial de Las Mercedes. En aquella zona no existía ninguna escuela católica y los efectos de una educación alejada de la vida de la Iglesia empezaban a experimentarse, y el señor Arzobispo encomendó a la Compañía del Salvador la formación y cuidado de aquellas niñas y jóvenes, a quienes nadie atendía.
Era una ocasión única de mostrar la fidelidad a la promesa de especial obediencia al Santo Padre, que hoy realizan todas las religiosas de la Compañía en forma de voto, y la filiación a la Iglesia, por lo que la madre Félix, a pesar de la falta de recursos económicos, no escatimó gastos, confiando en la Providencia Divina y así abrió el colegio Mater Salvatoris de Caracas.
Han pasado ya cincuenta años desde entonces y han sido cuarenta promociones de jóvenes mujeres egresadas de sus aulas que recibieron una sólida formación en valores cristianos y éticos. Hoy, el "Mater" como siempre le hemos dicho con cariño, celebra su cumpleaños.
Son muchas las experiencias y muchos los aprendizajes obtenidos en el colegio. Pero hay algo de excepcional importancia que se ha mantenido siempre: Quienes pasamos por sus aulas solemos llevar en nuestro corazón una devoción hacia la Virgen Santísima que nace en nosotras desde los años de preescolar. Desde que llegábamos al colegio en las mañanas, en la fila para entrar a los salones de clases, entonábamos alguna canción a la Virgen María y eso nos creó un vínculo que a pesar del paso de los años ha permanecido inquebrantable. Las del "Mater", siempre sentimos que la Virgen Mater Salvatoris nos ayudó en todas las etapas de nuestra vida: desde pasar los exámenes de matemáticas y pedirle que el muchacho que nos gustaba fuera para la fiesta del fin de semana, como encomendarnos a ella cuando nos casamos y confiarle a nuestros hijos.
Pero el "Mater" nos dio más. Nos enseñó disciplina, nos enseñó a ser responsables y cumplir a cabalidad con las tareas con la que nos comprometiéramos así fueran muchas. Nos enseñó a ser laboriosas y pegar botones, nos enseñó a bordar y a tener una presencia impecable. Nos enseñó a tener los zapatos blancos siempre limpios, a llevar el delantalcito que usábamos de pequeñas, como si estuviera estrenándose. Nos enseñó a ser obedientes, a usar los lacitos del pelo únicamente azules o blancos, a pesar de que nos empeñábamos en usarlo de algún color y lo escondíamos cuando la madre Baró entraba a darnos clases de religión. Nos enseñó a compartir la merienda con la que no tenía y a competir por vender la mayor cantidad de talonarios de Fe y Alegría y ganarnos una película o un paseo como premio. Nos enseñó a ser solidarias y recoger donaciones para repartir entre los más necesitados.
Y todas aquellas cosas que nos enseñó el colegio con toda seguridad han sido transmitidas a nuestros hijos como consecuencia de la formación que recibimos. Ésa ha sido la labor del colegio Mater Salvatoris, la de difundir y multiplicar valores, sin importarle nadar contra la corriente en una sociedad cada vez más complicada.
Hoy, las religiosas de la Compañía del Salvador, las alumnas y ex alumnas del colegio y la madre María Félix, su querida fundadora, desde el cielo, celebraremos el cumpleaños cincuenta del colegio de Caracas. Cantaremos el himno del colegio y con el corazón mirando al cielo repetiremos como siempre ¡Mater Salvatoris, ruega por nosotros!
anamariavaleri@gmail.com
2 comentarios:
el colegio realmente ha sido muy especial para nosotras yo como actual alumna de la institución no podría agradecer más a mi mamá por haber escojido este colegio. Entre a esta página por equivocación para ver si podía hacer una tarea de inglés que nos mandaron pero tienes razón una niña mater es siempre niña mater y se nota
El Colegio Mater Salvatoris de caracas se ha vuelto uno de los mas caros de la ciudad. El nivel académico a decaído. Y sus autoridades no parecen religiosas católicas, parecen una secta, son intransigentes y mal intencionadas. Este año vuelven a violar el limite impuesto por el ministerio para el aumento de las cuotas mensuales disfrazándolas de donaciones obligatorias. Definitivamente existen mejores colegios en caracas.
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