Elecciones en la UCV

Carlos Machado Allison //
Necesitan la sumisión de estudiantes de mente complaciente, disciplinados...
Los estudiantes ya manifestaron su decisión, ahora corresponde elegir a las autoridades de la UCV, nuestra máxima casa de estudios, hoy, como ayer, con fortalezas y debilidades, aún paradigma de la democracia.
Bajo una pésima gestión de gobierno que, empleando la manida argumentación de regímenes autoritarios del pasado, pretende construir un "hombre nuevo", suerte de clonación social de quienes dirigen el proceso, pero aún existen instituciones donde la libertad de opinión y cátedra, base de la autonomía, sigue siendo un valor fundamental.
Se intenta darle uniformidad al color de la ropa y al contenido de la educación: la meta, "el pensamiento único". Para ello hay que falsificar la historia, cambiar símbolos y someter voluntades. Los primeros y fáciles pasos, con su elevado costo, cambiaron el nombre del país, la orientación del caballo, el número de estrellas en la bandera, el nombre de los ministerios y sin resolver nada relevante, estrenamos el 2008 con nueva moneda, alteración de media hora en nuestros relojes y si nos descuidamos, vendrán nuevas estrofas en el Himno Nacional.
Más profunda es la aspiración de eliminar, someter o debilitar al sector privado de la economía, así como poner de rodillas a gobernaciones y alcaldías, mientras se vulneran los derechos de propiedad, la autonomía de los poderes públicos y se reducen los intereses y aspiraciones de los ciudadanos en aras de un supuesto "bien común" que sólo el Gobierno sabe cuál es. Construir ese clon hace indispensable que la confusa ideología del Gobierno penetre cada colegio y universidad, y adornen sus paredes con el olvidado árbol de las tres raíces y el variopinto panteón militar, sumando a la imagen de Bolívar, las correspondientes a Fidel, Zamora, Guaicaipuro y el Che Guevara. Panteón que excluye del siglo XIX a Fermín Toro, José María Vargas, Cagigal, Andrés Bello, Beauperthuy o Adolfo Ernst, y del XX a Andrés Eloy Blanco, Otero Silva, Pizani, De Venanzi, Soto, Tejera y muchos más.
Es indispensable comprar voluntades con el populista mensaje de entrada libre a las universidades, títulos de medicina en tres años, rectores y profesores complacientes, genuflexos inventores de programas bolivarianos, leyes o decretos dirigidos a impedir la construcción de una meritocracia o estimular el talento y la creatividad. Necesitan la sumisión de colegios y universidades, con estudiantes de mente complaciente, disciplinados, repetidores de herrumbrosas falacias y dogmas. La sobriedad y majestad académica de las togas y birretes resultan, por decir lo menos, incómodas.
A las elecciones de autoridades en la UCV se presentan profesores con trayectoria académica. Existe la opción de escoger, primus inter pares, con la garantía de un proceso transparente, como es natural en la casa que vence las sombras. Me inclino, como es mi derecho, por un grupo cohesionado, firme en convicciones, valores universales y concepción de una Venezuela democrática e incluyente.
Colegas que se medirán en sana lid con otros que también le han dado mucho a la institución universitaria.
Mi simpatía, apoyo y deseo de éxito hacia los profesores Cecilia García Arocha, Nicolás Bianco, Bernardo Méndez y Amalio Belmonte.
machadoallison@yahoo.es