De la Asamblea Constituyente a la Soberanía
Kintto Lucas
Miércoles, 13 de febrero de 2008
UNO
Hay una imagen distorsionada de la Asamblea Constituyente, una imagen construida por los medios de comunicación masivos, una imagen que a veces ayudó a forjar la propia Asamblea que no logra comunicar bien hacia afuera, y le falta una instancia de comunicación más aceitada con el gobierno.
Pero más allá de las imágenes, la Asamblea Constituyente esta debatiendo y aportando al debate, está elaborando conceptos sobre diversos temas para debatir, está construyendo, una nueva Constitución que debe significar un quiebre con el orden establecido, porque de lo contrario sería un fracaso.
En estas semanas pude apreciar varios debates importantes, varias propuestas interesantes, varias intervenciones de diversos /as asambleístas del gobierno y de la oposición en distintas mesas. Diversas miradas, diversas interpretaciones de la realidad, diversos intereses, incluso dentro del variopinto movimiento gubernamental.
Una de las mesas sobre la cual centré mi atención, es la que trata sobre Soberanía, Relaciones Internacionales e Integración. Allí la mayoría de los /as asambleístas además de recibir información y propuestas de organizaciones sociales y no gubernamentales, organismos del Estado, representantes de diversos gremios, fuerzas armadas y una variedad de actores, debaten cada propuesta con la pasión que les da sus convicciones, unos con una visón de quiebre otros con una postura conservadora, pero defendiendo el modelo de país en el que creen según la mirada del mundo que tienen y los intereses que representan y defienden. Por suerte las miradas soberanas parecen ser más que las colonizadas.
¿Pero qué decir de la soberanía, de las Relaciones Internacionales y de la Integración que no suene a lugar común, pero que a la vez no deje de repetir conceptos necesarios, conceptos que hay que reforzar luego de la imposición del neoliberalismo y del entreguismo, conceptos que hay que repetir y repetir, una y otra vez?.
DOS
Soberanía es la capacidad de una sociedad para auto organizarse, crear y transformar los órganos de poder y las instituciones que instauren la participación efectiva de sus miembros en las decisiones que afecten su vida y su destino, es definir/ reconocer un proyecto común que guíe los pasos de esa sociedad, garantizar su desarrollo y el bienestar de quienes la integran, salvaguardar y construir su diversidad y su patrimonio diría un asambleísta.
Otro le agrega que la Soberanía radica en los pueblos, nacionalidades, colectividades, ciudadanos y ciudadanas del Ecuador que comparten una historia, mantienen una convivencia intercultural y el total respeto a las diversidades y a la naturaleza, y construyen un Estado que busca la equidad y la redistribución de la riqueza, y promueve la paz, la solidaridad, la fraternidad, la libertad, la igualdad y la laicidad.
También se podría decir como señalan otros /as asambleístas que en las actuales condiciones de la humanidad, soberanía es participar positiva e igualitariamente en las grandes decisiones que afecten a la sociedad mundial, teniendo en cuenta que esa capacidad se ejerce en un mundo atravesado por asimetrías, hegemonía de las grandes potencias y de las corporaciones multinacionales, que tienden a constreñirla.
Dentro de esa realidad, la soberanía solo puede ejercerse en la resistencia al colonialismo y neocolonialismo, al imperialismo y al hegemonismo y mediante la participación en la creación de un orden mundial igualitario como creen otros /as asambleístas. En el ámbito regional Soberanía es participar en la construcción de la unidad latinoamericana fortaleciendo la integración de sus pueblos, promoviendo la complementariedad económica de los Estados y salvaguardando la plena integridad territorial del Ecuador y la región, como creen otros /as.
La soberanía como capacidad de una sociedad para organizarse comprende la independencia, la autodeterminación, el respeto a los otros Estados y el apoyo a la solución pacífica de los conflictos, según apuntan algunos /as
Por integridad territorial debe entenderse no solo el territorio ˆincluido el mar territorial- y sus fronteras, sino sus recursos naturales, biodiversidad, órbita geoestacionaria, espectro radioeléctrico, patrimonio cultural y natural, apuntan otros /as.
Las fuerzas armadas, la policía y toda la fuerza pública, deberían tener como objetivo principal ejercer la defensa de la soberanía y de los sujetos en los cuales esta radica.
El Estado, debería tener la obligación de precautelar la soberanía y los sujetos en los cuales esta radica.
TRES
Para que se cumpla el ejercicio pleno de la soberanía, el Estado no puede permitir la suscripción de convenios o tratados que lesionen sus principios y los sujetos en los cuales ella radica; la subordinación del Ecuador política y/ o militarmente a potencias extranjeras; la instalación de bases o tropas extranjeras en el territorio del Ecuador; que Ecuador se involucre con acciones militares en conflictos internos de otros países; la subordinación de la economía del Ecuador a imposiciones de organismos o entidades financieras internacionales, empresas transnacionales y/ o tratados comerciales que lesionen la producción del país; la venta u otorgamiento de tierras y/ o territorios a personas, empresas o instituciones extranjeras en zonas de frontera; la enajenación y/ o comercialización de la biodiversidad, el patrimonio cultural o el patrimonio natural del Ecuador y la intromisión de otros países en los asuntos internos del Ecuador.
La soberanía se expresa en el terreno político, social y económico del Ecuador y en su inserción en el ámbito internacional. Son deberes del Estado garantizar la soberanía económica, la soberanía ambiental, la soberanía alimentaria, la soberanía cultural y la soberanía territorial. Las soberanías como gustan decir algunas asambleístas y sobre las cuales se ha ido desarrollando definiciones y descripciones que pueden ser un aporte diferente a esta nueva Constitución.
En el ejercicio pleno de su soberanía, Ecuador, como cualquier país de la América de abajo, en sus relaciones con la comunidad internacional debería proclamar la paz, la cooperación y la solidaridad, como sistema de convivencia, y la igualdad jurídica de los Estados; debería condenar el uso o la amenaza de la fuerza como medio de solución de los conflictos; debería regirse por los principios de la independencia nacional, del respeto a los derechos humanos, de los derechos de los pueblos, de la igualdad entre los Estados, de la solución pacífica de los conflictos internacionales, de la no ingerencia en los asuntos internos de los demás Estados y de la cooperación con todos los otros pueblos para la emancipación y el progreso de la humanidad; debería reconocer el derecho de los pueblos a sublevarse para liberarse de sistemas opresivos; preconizar el desarme general, simultáneo y controlado, apostar a un sistema de seguridad colectiva...
CUATRO
En las condiciones mundiales actuales, y de acuerdo a la soberanía que le va a conferir la nueva Constitución, Ecuador debería reconocer y apoya la tendencia a la creación de un mundo multipolar, el fin de las alianzas políticas y militares hegemonizadas por una sola potencia, la creación de unidades políticas y tratados de seguridad regionales; promover el establecimiento de un orden económico mundial equitativo, justo y democrático, como fundamento de la paz, el desarrollo y la preservación del medio ambiente; defender el derecho de los pueblos a disponer libremente de sus riquezas y los denominados recursos naturales, propugnar la integración latinoamericana en base al respeto a las diversidades y las culturas; impulsar la germinación de una ciudadanía universal, el libre desplazamiento de todos los habitantes del planeta sin restricciones de ninguna clase y el goce pleno de sus derechos civiles y políticos en cualquier lugar del mundo con el progresivo fin de la condición de extranjero, y promover la realización de una cumbre y un tratado mundiales que consagren dicha ciudadanía universal; propiciar en forma conjunta con otros países latinoamericanos la realización de acuerdos internacionales que garanticen la seguridad de los migrantes ecuatorianos y latinoamericanos en otros países.
Soberanía es uno de los tantos temas que están en debate en la Asamblea, y sobre el cual ya existen enunciados preliminares. Hay una participación entusiasta de la mayoría de los asambleístas de la mesa, hay debate, pero todo se conoce poco. El centro informativo está volcado sobre los mandatos que parecen más cercanos a la realidad y allí aparecen varios temas cuya solución final será compleja, pero deberá enmarcarse dentro de la defensa de la Soberanía, como la explotación minera a gran escala defendida casi todos los días en la Asamblea por representantes de transnacionales mineras y alguno /a que otro /a asambleísta.
La Asamblea Constitucional de 1997 y 1998 trabajó poco porque todo llegó hecho. El Partido Social Cristiano llegó con el modelo económico que fortalecía el neoliberalismo y la Democracia Popular de la mano de Oswaldo Hurtado llegó con el modelo institucional. Aplicaron la mayoría e impusieron un modelo económico y un modelo institucional que llevaron en paquete a la Asamblea. Apenas restó espacio para que los sectores progresistas colocaran el tema de los derechos, que en la nueva Constitución no deberían rebajarse aunque alguno quiera eliminar, por ejemplo, los derechos colectivos. No fue una Asamblea soberana.
Esta Asamblea Constituyente, a pesar de las contradicciones, de la complejidad, de los errores de comunicación con el gobierno y con la población, es una Asamblea Soberana, por lo tanto confío que cuando esté redactada la nueva Constitución y se hayan aprobado algunos mandatos y leyes, se pueda comenzar a escribir Soberanía con mayúscula. Ojalá no me equivoque...
Venezuela Analitica
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