Libertad!

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viernes, 22 de febrero de 2008

Opinion:Voy a por ti.Carlos Raúl Hernández

¡Voy por ti!

Carlos Raul Hernández

"Hay que mantener a Sabaneta fuera de las elecciones, con campañas descentralizadas"

En las elecciones presidenciales de 2006 la oposición renació con 40% y en el referéndum de 2007, ganó. Hubo que derrotar primero al abstencionismo, luego la voluntad de radicalizar y polarizar (de los chavistas y de los duros de la oposición) y sólo después, al prospecto de Sabaneta. Sin esos previos, los abstencionistas lo hubieran convertido en un dictador todopoderoso. Y a llorar a Miami.
Pero no crea usted que puede reposar tranquilo, ni relajarse o dormirse en los laureles. No. La enajenación ataca de nuevo y busca ansiosa la manera de equivocarse y ayudar al Gobierno y, a juzgar por la historia, no dude que lo pueden hacer. Ya comenzó una campañita muy parecida a aquello de ¡Chávez vete ya! y ¡El país no aguanta más!
Hay quienes rabian que la oposición "esté ocupada de las elecciones y no de luchar contra el régimen" y suenan algunas máximas que parecen sensatas (Sancho decía que su amo hablaba como cuerdo pero actuaba como loco).
Lo cierto es que hay que mantener a Sabaneta fuera de las elecciones, con campañas descentralizadas, pie en el estribo de los problemas locales. Cualquier intento de meterlo soldaría los huesos de un chavismo polifracturado y contuso.
Esta perspectiva inquieta a opositores que le temen menos a Chávez que a la recuperación de partidos políticos. Luego de la caída de AD y Copei, se ensalivaron las fauces de los antipolíticos, los poderes factuales y todos aquellos maverikcs que soñaban con morder la presa del poder, para cuyo objetivo los partidos eran el gran obstáculo.
En este interregno que vivimos hasta el fortalecimiento de Un Nuevo Tiempo y Primero Justicia, la emergencia de Podemos, la reaparición de Copei y ahora las señales de vida de AD y el MAS, todo el mundo era igual, como se vio en aquellos lamentables mítines de treinta oradores. Bastaba que alguien fundara un grupúsculo que se llamara ¡Palo para Diosdado! para que entrara en igualdad de condiciones en la fenecida coordinadora.
Algunos tiemblan porque esa dance macabre que iguala a todos en la tumba, se acabará cuando los partidos resuciten, quién sabe, en quince gobernaciones. Rezan para que Chávez se derrumbe antes de que ocurra semejante pesadilla y los militares sean los grandes electores y conviertan notables en gobernantes. Los partidos volverán a dirigir la política, ¡horror!
Desgraciadamente la desestabilización y luego su hija, la revolución, acabaron con los períodos normales y el propio Gobierno, por incompetente y desquiciado, pareciera que no tiene ganas de terminar el suyo.
Pero la oposición debe andar su camino democrático. Después de diciembre con mecanismos de poder en las manos, el mundo será distinto.
carlosraulhernandez@gmail.com El Universal

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