Emilio Nouel V.
Ocuparse de un personaje famoso por una ominosa y perversa lista de persecución política que lleva su nombre, pareciera ser, a primera vista, gastar pólvora en zamuros.
No obstante, dado el bizarro mundo en que se ha convertido la política en Venezuela, resulta muy tentador comentar un episodio muy sintomático de la acelerada descomposición moral y política que están experimentando las distintas facciones en pugna dentro del gobierno, cuyas ocurrencias, por cierto, no dejan de ser, a ratos, risibles.
Ahora resulta que el creador de uno de los instrumentos más siniestros de apartheid político, la famosa "Lista Tascón", diseñada para defender la revolución de sus enemigos, es, según sus mismos camaradas, un agente encubierto del imperialismo norteamericano, que estaría al servicio de sus más oscuros intereses cuando denuncia hechos de corrupción gubernamental.
¡Quien iba a creerlo! Nada menos y nada más que el inefable Jorge Rodríguez, ex vicepresidente enviado a las duchas por su incompetencia en lograr lo que su amo le pidió para el 2D, y como castigo, reenganchado de nuevo para organizar esa Corte de los milagros que son las mesnadas anárquicas que siguen al caudillo, es uno de los que lanza la acusación contra el diputado tachirense que tan valiosos servicios ha prestado a la causa bolivariana. Tascón, con sus infundadas denuncias de corrupción -dicen que dijo Rodríguez- se estaría alineando con los planes de Bush.
De verdad que los venezolanos deberíamos darnos con una piedra en los dientes por vivir criticando al gobierno que tenemos. No creo que exista uno en el mundo que provea a sus ciudadanos de tanto entretenimiento. No hay otro en el planeta que pueda obsequiarnos con tal cúmulo de divertidas bufonadas e historias truculentas.
¡Qué haría Venezuela si no tuviera a estos considerados revolucionarios! Si no fuera por estos shows semanales, estaríamos condenados al tedio y la mortificación por la delincuencia desatada, la falta de alimentos y la destrucción de PDVSA.
"¡Tascón, imperialista!", ha gritado también el próximo candidato presidencial del socialismo del siglo XXI, y sus partidarios gritan a rabiar: "Diosdado, seguro, al yanqui dale duro". De nada valieron las denuncias documentadas contra el hermanito, funcionario intercambiable, utilitis. ¡Cómo osan tocar a tan excelso servidor público! Un hombre cuya omnisciencia le permite ir de la gestión de aeropuertos a la administración de los tributos, y quién sabe si más adelante nos sorprenderá con otra demostración de inmensa sabiduría, por ejemplo, en el manejo de la política monetaria en el Banco Central o de embajador en las Naciones Unidas. La improvisación bolivariana no tiene límites.
¡Qué vaina tan grande te han echado, Tascón¡ Tú, que ahora dices, con razón, que eres revolucionario de pedigrí y larga data, desde mucho antes de que aparecieran todos estos "parvenus", recién vestidos con ropajes de izquierda, que conforman lo que llamas la "derecha endógena" enriquecida del chavismo.
Tú, que ya manifestabas en las calles a favor de la revolución hace décadas, incluso antes del caudillo meeesmo, vienen ahora estos recién llegados a desconocer tu trayectoria anti-imperialista y subversiva del orden capitalista, y a imputarte -¡Qué infamia!- el delito más vergonzoso que puede un revolucionario soportar, el de lacayo al servicio del diabólico imperio.
Yo que tú, iría a los tribunales imparciales de este país a demandar por difamación e injuria grave a estos impresentables. Lo más seguro es que la Presidenta del Alto tribunal, otra revolucionaria de larga data y difamada también en una foto trucada votando "No" en el pasado referéndum, te respalde en tus denuncias y logres reivindicar tu nombre, metiendo en chirona a tus difamadores, amigos de los dineros públicos ajenos.
Mientras tanto, no te aflijas, Tascón. Hoy, son muchos los execrados por la derecha endógena que te apoyan. Estás formando ya parte de una nueva lista, digna de la que elaboraste. Por ahora no vas a estar en la dirección del PUS, es verdad. Eso no importa. Tú cuentas con los verdaderos revolucionarios, con las mayorías del partido, con sus bases. Con la siempre marginada "Fosforito", la compañera recién caída en desgracia Lina y los desaparecidos y brillantes ex ministros William y Pedro. La créme de la créme, pues. Es posible que H. Dieterich te apoye igualmente desde su cátedra en México. Y quien quita que Ramonet, desde un café en el faubourg Saint Honoré de Paris, también.
No te rindas. Chávez, a pesar de los pesares, y después de haberte pateado, como es su costumbre y le indican sus volubles humores -¿acaso no es el líder infalible hasta cuando se equivoca?- te recogerá cuando menos lo esperes y así, antes de que cambie de opinión otra vez, podrás ir por tus fueros contra los falsos revolucionarios, los que te acusan hoy de traidor pro-imperialista.
Ya verás, si estás vivo aún, la historia te absolverá, como diría el tiranosaurio Fidel.
-- Emilio Nouel.
Ocuparse de un personaje famoso por una ominosa y perversa lista de persecución política que lleva su nombre, pareciera ser, a primera vista, gastar pólvora en zamuros.
No obstante, dado el bizarro mundo en que se ha convertido la política en Venezuela, resulta muy tentador comentar un episodio muy sintomático de la acelerada descomposición moral y política que están experimentando las distintas facciones en pugna dentro del gobierno, cuyas ocurrencias, por cierto, no dejan de ser, a ratos, risibles.
Ahora resulta que el creador de uno de los instrumentos más siniestros de apartheid político, la famosa "Lista Tascón", diseñada para defender la revolución de sus enemigos, es, según sus mismos camaradas, un agente encubierto del imperialismo norteamericano, que estaría al servicio de sus más oscuros intereses cuando denuncia hechos de corrupción gubernamental.
¡Quien iba a creerlo! Nada menos y nada más que el inefable Jorge Rodríguez, ex vicepresidente enviado a las duchas por su incompetencia en lograr lo que su amo le pidió para el 2D, y como castigo, reenganchado de nuevo para organizar esa Corte de los milagros que son las mesnadas anárquicas que siguen al caudillo, es uno de los que lanza la acusación contra el diputado tachirense que tan valiosos servicios ha prestado a la causa bolivariana. Tascón, con sus infundadas denuncias de corrupción -dicen que dijo Rodríguez- se estaría alineando con los planes de Bush.De verdad que los venezolanos deberíamos darnos con una piedra en los dientes por vivir criticando al gobierno que tenemos. No creo que exista uno en el mundo que provea a sus ciudadanos de tanto entretenimiento. No hay otro en el planeta que pueda obsequiarnos con tal cúmulo de divertidas bufonadas e historias truculentas.
¡Qué haría Venezuela si no tuviera a estos considerados revolucionarios! Si no fuera por estos shows semanales, estaríamos condenados al tedio y la mortificación por la delincuencia desatada, la falta de alimentos y la destrucción de PDVSA.
"¡Tascón, imperialista!", ha gritado también el próximo candidato presidencial del socialismo del siglo XXI, y sus partidarios gritan a rabiar: "Diosdado, seguro, al yanqui dale duro". De nada valieron las denuncias documentadas contra el hermanito, funcionario intercambiable, utilitis. ¡Cómo osan tocar a tan excelso servidor público! Un hombre cuya omnisciencia le permite ir de la gestión de aeropuertos a la administración de los tributos, y quién sabe si más adelante nos sorprenderá con otra demostración de inmensa sabiduría, por ejemplo, en el manejo de la política monetaria en el Banco Central o de embajador en las Naciones Unidas. La improvisación bolivariana no tiene límites.
¡Qué vaina tan grande te han echado, Tascón¡ Tú, que ahora dices, con razón, que eres revolucionario de pedigrí y larga data, desde mucho antes de que aparecieran todos estos "parvenus", recién vestidos con ropajes de izquierda, que conforman lo que llamas la "derecha endógena" enriquecida del chavismo.
Tú, que ya manifestabas en las calles a favor de la revolución hace décadas, incluso antes del caudillo meeesmo, vienen ahora estos recién llegados a desconocer tu trayectoria anti-imperialista y subversiva del orden capitalista, y a imputarte -¡Qué infamia!- el delito más vergonzoso que puede un revolucionario soportar, el de lacayo al servicio del diabólico imperio.
Yo que tú, iría a los tribunales imparciales de este país a demandar por difamación e injuria grave a estos impresentables. Lo más seguro es que la Presidenta del Alto tribunal, otra revolucionaria de larga data y difamada también en una foto trucada votando "No" en el pasado referéndum, te respalde en tus denuncias y logres reivindicar tu nombre, metiendo en chirona a tus difamadores, amigos de los dineros públicos ajenos.
Mientras tanto, no te aflijas, Tascón. Hoy, son muchos los execrados por la derecha endógena que te apoyan. Estás formando ya parte de una nueva lista, digna de la que elaboraste. Por ahora no vas a estar en la dirección del PUS, es verdad. Eso no importa. Tú cuentas con los verdaderos revolucionarios, con las mayorías del partido, con sus bases. Con la siempre marginada "Fosforito", la compañera recién caída en desgracia Lina y los desaparecidos y brillantes ex ministros William y Pedro. La créme de la créme, pues. Es posible que H. Dieterich te apoye igualmente desde su cátedra en México. Y quien quita que Ramonet, desde un café en el faubourg Saint Honoré de Paris, también.
No te rindas. Chávez, a pesar de los pesares, y después de haberte pateado, como es su costumbre y le indican sus volubles humores -¿acaso no es el líder infalible hasta cuando se equivoca?- te recogerá cuando menos lo esperes y así, antes de que cambie de opinión otra vez, podrás ir por tus fueros contra los falsos revolucionarios, los que te acusan hoy de traidor pro-imperialista.
Ya verás, si estás vivo aún, la historia te absolverá, como diría el tiranosaurio Fidel.
-- Emilio Nouel.
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