Francisco Olivares // Los efectos del 2D
Lo que está en la calle no se quiere ver o se justifica con el tema del imperialismo.
Para el Gobierno lo sucedido el pasado 2 de diciembre, cuando fue rechazado por la población el proyecto del Estado socialista, parece nunca haber ocurrido. Sin embargo aunque se intente actuar como desentendido, los efectos del 2D están presente en cada una de las actuaciones del Gobierno y de sus principales actores.
Desde la cúpula se promueve la tesis de la guerra contra Colombia y el Imperio como un factor para cohesionar al chavismo y recuperar parte del la base popular perdida. El concepto drena hacia abajo y se proyecta en forma de ataques a los medios de información, acciones violentas y verbales contra la Iglesia, amenazas a instituciones privadas y planes para apropiarse de la infraestructura productiva del país.
Las acciones producen un efecto contrario al pretendido, se traba aún más el proceso económico y comercial, las autoridades incurren en disparates como decomisar mercancías que iban camino a la distribución o incluso incautan en la propia aduana cargamentos de alimentos cuyo destino era el mercado nacional. El resultado es el aumento de la escasez y una población perturbada.
Manejar un país sustituyendo los procesos científicos y los mecanismos tecnológicos por las emociones ideológicas que se irradian desde arriba, generan el desorden y el caos que terminan contaminando todo aquello a lo que el Gobierno le pone la mano.
Lo que está en la calle no se quiere ver o se justifica con el desgastado tema del imperialismo. Desde luego que tales acciones han distanciado a la dirigencia de sus propias bases sociales y al mismo tiempo se produce un efecto hacia dentro del propio chavismo.
José Vicente Rangel, ahora desde fuera del poder real, ha planteado la necesidad de que el chavismo, reflexione sobre los resultados de los comicios de diciembre y acepte que en la acera de enfrente hay otro país que reclama su espacio. Otras voces referentes o ideólogos que han estado al lado de Chávez, le reclaman que su permanencia en el poder y la supervivencia del proceso, dependen de que haga cambios, que dialogue y que abandone la política suicida de provocar un conflicto armado o financiero con EEUU.
En la propia estructura del poder se sienten los estragos del 2D. La salida de cuadros emblemáticos como el caso de Vielma Mora, expresan la desconfianza del Presidente en sus propios líderes, o bien porque no se pliegan a todas las peticiones que impone o bien porque comienzan a brillar con algo de luz propia.
Si bien, la supervivencia de un ministro, diputado o un alto funcionario depende siempre de la frase oportuna que complace o la orden ejecutada, ese privilegio presidencial ha perdido desde el 2D su poder infalible.
folivares@eluniversal.com
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