Archivo 2007: Como se veia a Chavez en general

Dic 2007

Robert Carmona Borjas // Refunfuñando

El presidente Chávez no parece haber asimilado aún el significado real de la estrepitosa derrota sufrida el pasado 2 de diciembre cuando el pueblo venezolano, mayoritariamente, rechazó el establecimiento de un modelo político, económico y social ajeno a nuestras realidades y contrario a nuestros principios y convicciones.

El Presidente emite voces en señal de desagrado, de molestia, por la derrota; un auténtico refunfuñador. Con sus acciones desmedidas, muestra de alguna incoherencia, el Presidente contraría sus funciones y contradice su investidura de jefe de Estado, al llamar al desacato de la voluntad popular, al tratar ahora de buscar una nueva vía para imponer la definitivamente rechazada reforma. No quiere darse cuenta del daño que le causa al país su actitud ofensiva y guerrera que busca fracturar aún más la sociedad venezolana. Una reacción que no puede ser vista sino como un resollando por la herida.

Desde 1998, se ha empeñado en dividir el país. Por un lado, los buenos, los beneficiados y hasta tarifados por el régimen, con el pedigree que le otorga su exclusión de la lista Tascón, clara expresión del apartheid político, que aplauden, disfrazados en rojo, cuanto disparate se le ocurre al líder de la revolución; y, los malos, los oligarcas, golpistas, comprometidos con el imperialismo yanqui, los "enemigos" del pueblo. Una división lamentable. Fue un error garrafal haberlo motivado entonces, pero peor aún insistir ahora, después que el pueblo dijo No a sus planes perversos.

La oposición, mayoritaria y triunfadora el 2D, llama al diálogo, a la conciliación nacional, a la paz. La respuesta inmediata del Presidente y de sus principales colaboradores fue lamentablemente la esperada. Más amenazas, más odio, más veneno, ese que le ha costado su desprestigio internacional. La venganza en la palabra, para destruir al pueblo que "osó" contradecir la voluntad del supremo, traducida y ampliada por la Asamblea monocolor, incluso a sus partidarios que reciben las migajas de los recursos del país, de la manera más indigna, a quienes también insultó en una de sus tantas angustiosas arengas post referéndum.

El disparatado proyecto político del presidente Chávez ha muerto. De eso no hay dudas. Todos lo saben y de allí el refunfuño, la desesperación. Buscar una tercera vía para desconocer la voluntad popular es absolutamente ilegal (ver artículo 345 de la Constitución), además de inviable desde el punto de vista político. Sólo pretenderla constituye una burla. Anunciarla es una ofensa. Tomar medidas en esa dirección, un reto peligroso.

El proyecto bolivariano y el socialismo del siglo XXI se acabó, como dicen sus propios ideólogos, por su ineficiencia, por la arrogancia con la que se pretendía imponer, por la corrupción que invade las más altas esferas del poder, por haberse olvidado de los verdaderos problemas del pueblo, por haber despreciado con dádivas, traducidos en sacos de comida, a los venezolanos, humillados en las taquillas de Mercal. El "por ahora" tiene esta vez una connotación distinta, muy infeliz para Hugo Chávez. Es sólo "por ahora" que se quedará al frente del gobierno y no más allá de lo que la ley prescribe. Esa limitación lo tiene desorientado y de allí, el refunfuño.

joaquinramon00@yahoo.es.El Universal

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