Libertad!

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sábado, 5 de diciembre de 2009

A Insulza



Ciudadano
Jose Miguel Insulza
Secretario General de la Organización de Estados Americanos
Washington.-

Yo, Delsa Solorzano, ciudadana venezolana, titular de la cédula de identidad V- 10500320, Abogado, activista de Derechos Humanos, me dirijo a Usted, en la oportunidad de exponer lo siguiente:

Escribo esta nota estrictamente a título personal y en ejercicio de mis derechos como ciudadana latinoamericana. He leído con alarma, debo decirlo, una comunicación remitida por Usted a un estudiante venezolano, Julio Rivas, a quien conoce por cuanto el mismo sostuvo recientemente sendas reuniones tanto en la OEA como el la CIDH, luego de una huelga de hambre que se realizara en mi país con el objetivo logrado de alcanzar la libertad de dicho estudiante que había sido encarcelado por razones políticas.

En su misiva Señor Secretario General, Usted emite opiniones personales relativas a la imposibilidad del ingreso de la CIDH a Venezuela por la falta de autorización del Gobierno Nacional. En estricto derecho, como Usted bien sabe, goza de plena razón. Sin embargo lo que alarma es la ausencia de compromiso ante un asunto tan serio como la evidente violación de Derechos Humanos en el país, alarma igualmente que no haya habido de su parte un firme pronunciamiento al respecto, como si lo ha habido en casos como el de Honduras, el cual fue por cierto tomado muy a pecho por Usted.

Probablemente me recuerde por cuanto sostuvimos una larga reunión en 2007. Yo acompañaba la misión venezolana encabezada por Manuel Rosales, y me correspondió exponerle el contenido de la reforma constitucional que para ese momento era sometida a consulta referendaria en Venezuela, la cual por fortuna fue negada por el pueblo democrático de mi país. En aquella oportunidad discutimos Derecho, interno y externo y Usted nos manifestó que no podía inmiscuirse en asuntos internos del país, y que no estaba en capacidad de evaluar si era o no democrática la propuesta de reforma. Pues mi pueblo si fue capaz de evaluarla y la negó.

Sorprendió mucho verlo entonces, años después con tanta pasión inmiscuyéndose en los asuntos internos de Honduras. Suponemos que esos asuntos no le parecieron tan privados.

Estimado Señor Insulza, si efectivamente Usted no se considera competente para conocer de los asuntos internos de mi país y en efecto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos no tiene ningún tipo de relación jerárquica ni de dependencia con Usted, cosa que en Derecho es estrictamente cierta, no estaría de más escuchar su voz, más allá de pedir a unos jóvenes que levanten o no una huelga de hambre.

Desconozco si la huelga van a levantarla o no, desconozco también cuál puede ser el desenlace de esa protesta, la cual ha sido una accion espontánea de un grupo de estudiantes, amparada en el legítimo y constitucional derecho a la protesta que rige en Venezuela. No soy quien para pronunciarme por si es correcta o no la forma de protesta, pero es sin duda un recurso desesperado de jóvenes que anhelan libertad para la patria donde nacieron y donde se niegan, tal como lo hacemos la inmensa mayoría de los venezolanos, a resignarnos a vivir en un país con presos y perseguidos políticos y donde la violación de nuestros más básicos derechos ciudadanos se ha convertido en una constante. Es por ello que somos solidarios con los objetivos de la lucha de los jóvenes, cuyo gesto espontáneo es un reclamo de justicia ante el cual los Poderes Públicos no pueden permanecer sordos.

No tiene como objetivo esta comunicación pedirle que actúe fuera del ámbito de sus competencias legales, pero nos gustaría si oír su voz más allá del simple cuestionamiento a la huelga de los jóvenes. Nos gustaría mas escucharlo cuestionando la acción de un Gobierno sordo frente a las peticiones de un país que únicamente clama observación internacional en materia de Derechos Humanos.

Aprovecho estas breves líneas, para hacer de su conocimiento unas declaraciones emitidas por el ciudadana German Saltron, que como Usted bien sabe es el representante del Gobierno venezolano ante los organismos de DDHH de la OEA, el cual, en declaraciones aparecidas en el Diario El Universal en fecha 12 de octubre del presente año dijo:

"Quien llevó a Insulza a su cargo fue Venezuela, y a él solo se le solicitó que tratara de sacar a Santiago Cantón y ni siquiera el Secretario General ha podido sacarlo. Eso demuestra el poder político que tiene ese funcionario."

Hacemos de su conocimiento estas afirmaciones realizadas por el Señor Saltron, para que en caso de que no las conozca, pueda actuar en consecuencia y demostrar que no le debe nada al Presidente Hugo Chavez, por cuanto, como Usted bien me señaló en la reunión que sostuvimos en su Despacho en el año 2007, el Secretario General de la OEA es solamente un coordinador de una instancia que protege los intereses de los pueblos de América y no los intereses de sus Presidentes. Esperamos de corazón, no se convierta la OEA en un club de Presidentes.

Esperamos pueda Usted pronto aclarar la veracidad o no de las afirmaciones realizadas por el representante de Hugo Chavez, Señor German Saltron y podamos ver que las mismas no son más que una falacia.

Ojalá la OEA se avoque a la protección de nuestros pueblos de América, ojalá no se siga negando la obervación internacional de DDHH en mi país, ojalá Venezuela sea tan importante como Honduras para ese organismo multilateral.

Sin más a lo cual hacer referencia, quedo de Usted,

Delsa Solórzano

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