Libertad!

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jueves, 17 de diciembre de 2009

La unidad!

Oscar Lucien. El Nacional
04/12/09

¿Qué piensa de la unidad?, me pregunta la joven reportera apuntándome con su diminuto grabador digital. La entrevista es breve, y como hablo y ella tiene la gentileza de no interrumpirme, espero que su trascripción tenga algo que ver con el resumen que de memoria trato de reconstruir aquí. O al menos con lo que creo que dije o intenté decir. En mi opinión, la plataforma unitaria es el espacio ineludible para fortalecer una alternativa democrática que apunte hacia una Venezuela donde la pobreza no sea una virtud, que procure empleo, educación y asistencia social para los más desasistidos, y absolutamente respetuosa de la opinión y pluralidad política de todos los ciudadanos.
Consciente de que la plataforma unitaria es fundamental para defender los valores democráticos, enaltecer nuestro ideario republicano y reforzar la voluntad de participación de los ciudadanos con la vista un poco más lejos que el 26 de septiembre, conviene valorar que la unidad trasciende la Mesa de Unidad. Asimismo, valorar que ésta constituye una instancia esencial para el encuentro y promoción de ese liderazgo político que oriente y conduzca las expectativas de cambio, a la vez que enfrente los desvaríos totalitarios del régimen.

El respaldo a la plataforma unitaria es consustancial a la construcción de una alternativa democrática que coloque su prioridad en la superación de la pobreza, que ofrezca soluciones viables para el abandono y el desamparo de miles de venezolanos que ya ni siquiera pueden entregar un papelito al Presidente (quien ha confesado tener un cuarto lleno con esos clamores insatisfechos), que se sienten estafados por esos programas sociales, clientelares en la peor acepción del pasado, que los obliga a uniformarse de rojo; que son víctimas de los maltratos de la envalentonada burocracia de funcionarios que a su vez son autoridades del partido donde sólo manda Chávez.

Vale destacar que la Mesa de Unidad se ha abierto a otros sectores democráticos distintos a los partidos políticos. Pero urge vitalizar esa unidad, en la calle. Darle rostro, alma y corazón, renovados, que pueda repercutir en una potente estructura de movilización ciudadana, pues está demostrado que la fortaleza del régimen de Chávez se afianza, esencialmente, en la desunión y desarticulación de los distintos actores democráticos.

Lograr la unidad de todos aquellos que activamente se oponen al Gobierno ya es tarea difícil; mayor, cuando lo que se requiere es la unidad de todos los venezolanos para pensar y construir un país distinto. En la medida de que la alternativa democrática se convierta en la fuerza que une al país y no sólo a la oposición, se consolidará como la verdadera alternativa al proyecto de Hugo Chávez.

Coincido con los planteamientos de algunas asociaciones civiles de que la unidad también debe articularse y concretarse, efectivamente, en la organización de la defensa del voto. Todos los sondeos de opinión empiezan a mostrar que existe una enorme posibilidad de que en la Asamblea Nacional haya una presencia significativa de nuevos parlamentarios de vocación democrática para defender la Constitución. Todavía más, anuncian que la malograda Ley Orgánica de Procesos Electorales puede convertirse en un boomerang contra el oficialismo rojo-rojito y darle la mayoría a los sectores democráticos.

De igual forma, esos sondeos confirman la mala reputación del árbitro electoral. Por eso es fundamental anticipar una estrategia y movilización ciudadana en defensa de la voluntad popular, sobre todo porque el nuevo instrumento “legaliza” los abusos de procesos electorales anteriores, lo que hace mucho más crítica la defensa de cada voto. El esfuerzo unitario supone, también, algunas exigencias: no podemos aceptar como en procesos anteriores la consigna de que: “Estamos blindados con los testigos, todo está listo”.

Es urgente romper el paradigma de que no puede cuestionarse el desempeño del CNE, pues hacerlo promueve la abstención. Con firmeza debe exigírsele transparencia y equilibrio, a la vez que se insiste en el llamado a votar. Creemos que una acción insoslayable de la plataforma unitaria en los próximos meses es presionar al ente electoral en: depuración del registro electoral; auditorias y no visitas guiadas; esclarecimiento de la función de los coordinadores, incluso su pertinencia; integración y función del Plan República; presencia de observadores nacionales e internacionales; tinta indeleble, que es la única garantía de un elector-un voto, entre otros asuntos esenciales para garantizar la expresión de la voluntad popular.

olucien@el-nacional.com

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