Chinorrón
Culpable por esta colosal y monstruosa estafa no es Arné Chacón Escamillo. Es Hugo Chávez. Preso no debe ir solo ni principalmente Ricardo Fernández Barrueco. Debe ir Hugo Chávez. Si Carlos Andrés Pérez lo fue por 17 millones de dólares, ¿por qué no habría de ir preso quien ha permitido el robo de decenas de miles de millones de dólares, malversando él mismo la friolera de $ 53.000 millones?
UNA CRISIS TERMINAL
Antonio Sánchez García
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Se equivoca irremediablemente Maritza Izaguirre y todos cuantos pretenden reducir esta crisis a un mero accidente financiero, atribuyéndola al desacato a las normas de algunos funcionarios irresponsables, a tradiciones de complicidad con el poder por parte de algunos ejecutivos o a otras tracales propias de nuestro habitual sistema de corruptelas, equiparándola con crisis bancarias y financieras anteriores aparentemente del mismo tenor. Resueltas gracias al efecto corrector del Estado. Como la vivida a comienzos del gobierno de Rafael Caldera. Que ella bien conoce.
Grave error. Ésta no es una crisis financiera más ni emerge al margen o a pesar del Estado. Muy por el contrario, es una crisis que surge del corazón mismo del Estado y debido a su particular configuración, razón por la cual está estructural e intrínsecamente incapacitado para resolverla. El Estado, llamado en la ocasión anterior para apagar la crisis del Banco Latino, no puede ahora salir a cumplir esa plausible y necesaria función, pues ese Estado es otro y el incendio estalló en sus propias dependencias. Es una crisis de nuevo cuño, propia del tipo de Estado puesto en marcha por Hugo Rafael Chávez Frías en un país petrolero, rentista y subdesarrollado como el nuestro. Una crisis producto de un gestor todopoderoso que usurpó todas las instituciones y acaparó y concentró en sus manos todas sus funciones, ejerciendo de general en jefe, primer magistrado, juez supremo, primer banquero, primer ahorrista y primer propietario de la república, obteniendo así la potestad absoluta para hacer y deshacer con nuestro país y nuestros bienes – que cree suyos - lo que le venga en ganas Esclavizando, empobreciendo y aherrojando a la ciudadanía si fuere necesario con la complicidad y el aval de sus funcionarios. Incluidos sus gestores económicos y financieros. Responsables últimos del estropicio propiciado por el Supremo.
Culpable por esta colosal y monstruosa estafa no es Arné Chacón Escamillo. Es Hugo Chávez. Preso no debe ir solo ni principalmente Ricardo Fernández Barrueco. Debe ir Hugo Chávez. Si Carlos Andrés Pérez lo fue por 17 millones de dólares, ¿por qué no habría de ir preso quien ha permitido el robo de decenas de miles de millones de dólares, malversando él mismo la friolera de 53.000 millones para comprar anuencias, aliados y repúblicas ajenas? No sucede lo que sería lógico y normal por una sola razón: porque éste ya es, a su manera, un Estado semi totalitario. A la espera de su bautismo jurídico con el auxilio de la madrina del régimen, Luisa Estela Morales. Un Estado al revés, en el que una jueza va presa por dictar justicia. Y es premiada por impedirla.
2
Es una crisis terminal y sin retorno, así doña Luisa pretenda el ex abrupto – una verdadera inmundicia en boca de una magistrada de la República – de reclamar un Estado inequívocamente fuerte, sin ninguna veleidad democrático institucionalista, valga decir: sin división de poderes. Una propuesta fascista y totalitaria ya pensada por Carl Schmitt en los años veinte y puesta en práctica por Adolf Hitler entre 1933 y 1945. Como la diseñada por Lenin a comienzos del siglo XX y sacralizada por Stalin a partir de su asalto al Poder en 1924. La que impera en Cuba y en Corea del Norte. Como la que ha sido montada a trancas y barrancas y con la clásica chambonería que nos caracteriza con la complicidad de Clodosvaldo Russian, Isaías Rodríguez, José Vicente Rangel, Alí Rodríguez Araque, Rafael Ramírez, Cilia Flores y la alta nomenklatura del régimen, a la que ésta dizque magistrada pretende darle estatuto y rango constitucional. ¿O Usted, Sra. Izaguirre, cree que Arné Chacón Escamillo, Torres Ciliberto, Fernández Barrueco y todos sus socios y cómplices se hicieron del poder financiero que detentan por un simple descuido de Sudeban y la impericia del Sr. Edgar Hernández Behrens?
Esta crisis terminal, que incautos, estúpidos y malintencionados pretenden reducir a una simple crisis financiera, es la pústula en erupción de un cáncer en estado de metástasis. Y ese cáncer no tiene que ver primariamente con el sistema bancario. Tiene que ver con un mal de nueva generación propio de un petro estado neo totalitario desde cuyas alturas el teniente coronel – único y gran beneficiario, junto a sus parásitos y consortes - hoy hace y deshace con el destino de 28 millones de venezolanos a su real y mayestática voluntad. Disponiendo por ese intermedio y gracias a la parálisis total de las Fuerzas Armadas – único factor que hubiera sido capaz de disuadirlo, pero que en lugar de cumplir su cometido institucional ha preferido sumarse al saqueo y participar del carnaval de corrupción e iniquidades que todos sufrimos - de un poder omnímodo sobre todas las instituciones, paralizándolas en sus funciones de autonomía, revisión y control. Por ello, cuando revienta, lo hace inadvertidamente y en su propia cara prometiendo llevarse por delante al sistema completo. No sólo a la boliburguesía, sus familiares, funcionarios y acólitos, sino a jueces, magistrados, asambleistas, ministros, altos oficiales, empresarios, financistas, comunicadores y todo ese sórdido entramado de complicidad y vileza que constituye la purulenta tramoya del Poder en la Venezuela rojo rojita. Incluida sus fuerzas armadas y policiales.
Esa es la verdadera dimensión de la crisis, Sra. Izaguirre. Es bueno tenerlo presente para que podamos asumir la responsabilidad moral del pasado, del presente y del futuro. E ir pensando en los correctivos, imposibles de poner en práctica sin atacar, anular y castigar severamente a su principal culpable y beneficiario. Todo lo demás es cuento chino. Como el de Recadi. Una burusa en comparación con este pantanal apocalíptico. Créamelo.
3
Al dueño del circo se le están muriendo los enanos. Y con ello el sentido mismo del espectáculo circense que ha montado. Pero por eso mismo, por tratarse de una crisis terminal que involucra a la esencia misma de esta particular malformación genética del petro estado neo totalitario que pretende regirnos, no es una crisis subsumible a correctivos, paliativos y paños calientes.
Desmonta, en primer lugar, el mito del supuesto blindaje del régimen frente a la crisis financiera global. El gobierno se acerca a la bancarrota. Pone al desnudo y de una manera verdaderamente dramática la putrefacción moral de un sistema que pudo nacer al calor de la promesa de castigar y ponerle un fin definitivo a la inmoralidad y la corrupción de la Cuarta República. Para demostrar ser infinitamente más inmoral, desalmado y corrupto.
Castiga primordialmente a los sectores más desasistidos del sistema, quienes ven saqueados sus escasos bienes y ahorros por una banda de facinerosos amparados por el poder neo totalitario del presidente de la república. Sin encontrar a cambio más que el desprecio y el engaño.
Ante el desfondo de la caja de caudales, el régimen se ve compelido de manera compulsiva a echar a andar la maquinita de imprimir billetes sin respaldo orgánico, lo cual permite asegurar, sin lugar a dudas, que la inflación que nos espera durante el curso del próximo año será verdaderamente aterradora.
Quiebra el bolsillo presidencial y con ello le sustrae el discreto encanto de su chequera, con lo cual entra en crisis el sistema de lealtades tanto nacionales como internacionales. ¿Dónde irán a parar las refinerías, centrales termoeléctricas, gasoductos, astilleros y maletines electorales?
Pero nada de todo eso tiene el potencial destructivo y cataclísmico de la brutal caída de su popularidad, precisamente en el año en que se juega la estabilización del sistema totalitario en crisis. Si en aras de salvar su imagen encarcela a sus hermanos y saca de la circulación falcon crestiana a sus padres, confirma las acusaciones de los sectores democráticos y le pega a su propia familia. Si no lo hace demuestra ser el supremo alcahuete del enriquecimiento ilícito en el país. Eso se llama hacer caído súbitamente en una situación trágica: estar entre la espada y la espada.
4
Fue sin duda la dramática pérdida de su popularidad la que llevó al G-2 y al alto gobierno cubano a desplazarse hasta Caracas y recomendarle enfrentar esa hidra de mil cabezas prohijada entre los de su entorno y convertida en un monstruo devorador y terminal. De allí la recomendación de destapar la cloaca y castigar ejemplarmente a sus principales responsables. Se creyó que poniendo en acción una operación Ochoa Sánchez se resolvía de cuajo el problema.
No han advertido esos asesores in partibus que esta hidra no se descabezaba con un solo tajo y que ya ha hecho metástasis en el propio cuerpo presidencial. Olvidaron que los demócratas existen y también juegan. Y no soltarán el hueso presidencial hasta no terminar por desgarrarlo definitivamente, pues el triunfo del próximo proceso electoral y el fin verdadero de este sistema no depende de primarias, secundarias, terciarias ni cuaternarias. No es un asunto estrictamente electoral en un país normalizado. Depende del combate cuerpo a cuerpo con el dueño de la cloaca. Ningún regalo más apropiado que este reventón telúrico.
Si la oposición ancla esta grave crisis en el imaginario colectivo y no permite que se lo lleve el viento de la desidia, la apatía o el hábito de esperar el próximo escándalo para tapar el descomunal escándalo que hoy que nos conmueve, Chávez tiene los días fríamente contados. Las encuestas lo reportan, como bien lo sabe el G-2. Lo que el G-2 no sabe o pretende ignorar, es que esas cifras son irreparables.
El daño está hecho.
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