Libertad!

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sábado, 24 de mayo de 2008

Al final siempre hay un dedo, cretino

Clodovaldo Hernández //
"Es una democracia robinsoniana: o inventamos o perdemos"
Dice el humorista brasileño Millor Fernandes que "la democracia es la creencia en que una multitud de idiotas juntos puede resolver los problemas mejor que un cretino solo". Recordé la frase a propósito de la forma como Gobierno y oposición están seleccionando sus candidatos para las cruciales elecciones de noviembre.
Por un lado tenemos al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), una organización donde hay elecciones todos los fines de semana. Por el otro, tenemos a la oposición, un grupo donde todo se resuelve a punta de encuestas.
A simple vista, pareciera que en el PSUV manda la multitud. Pero algo extraño ocurre. Pese a los comicios semanales, mucha gente dice que en Venezuela el gran elector es el presidente Chávez. Lo acusan de ser dedocrático. La oposición jura que el candidato es quien él diga y sanseacabó. Y los medios remachan ese aserto día y noche.
El comandante ha invertido año y medio de su sexenio tratando de demostrar lo contrario, pero nada. En la calle siguen diciendo que él decidirá hasta el último nombre, hasta los abanderados pesuvistas de Chigüita y Mojacasabe, si es que eligen alcalde en esos parajes. Ya veremos.
Usted prende la televisión y sale un gentío vestido de rojo votando. Votan por voceros, por precandidatos a directivos, por directivos, por aspirantes a candidatos y por candidatos. El PSUV es una votadera permanente. Pero, pregúntele a cualquier analista, nacional o internacional, y le dirá que en ese partido no se mueve una hoja si Chávez no quiere.
"Eso se debe a que él se reservó su acción dorada y su bola negra. Si la multitud de idiotas escoge mal, él tiene el derecho a corregirlos. Es una democracia un poco rara porque es robinsoniana: o inventamos o perdemos", dice la politóloga Prodigio Pérez.
Mientras tanto, en la oposición no se enrollan tanto con la democracia interna. Le han dejado eso a los sondeos de opinión, que son la voz de Dios en estos tiempos postmodernos. El mecanismo parece ser la solución intermedia: que no decida el universo de idiotas sino una muestra representativa.
Pero, con el reinado de los sondeos, junto al dedo presidencial han surgido otros dedos que también marcan el destino de los candidatos. Son los dedos de los dueños de los medios masivos, incluyendo algunos que ya se han convertido en partidos políticos sin careta. Hasta siglas tienen y declaran los lunes.
"Para ganar una encuesta hay que ser popular y en el mundito del antichavismo no es fácil ser popular si no sales en Globovisión. Por eso es que termina pasando lo mismo que en el otro bando-concluye Prodigio- : si no estás en la buena con el cretino que tiene la bola negra, mejor no te vistas que no vas".
clodoher@yahoo.com

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