Saludos Profesor Rómulo Orta.
Aunque rectificar es de sabios, lamento tener que hacerlo en estas circunstancias. En un mensaje que le envíe el 20 de Abril de 2008 expresé: “No se imagina cuanto lamenté tener que darle respuesta pública a su mensaje. Hoy me entristece saber, en tan particulares circunstancias, que mi apreciación sobre Usted es bastante aproximada”. Pequé de estúpido. Usted, además de tener una pobre forma de pensar y escribir, es un limitado lector: No me supo interpretar.
¿Usted representa al genuino profesor ucevista?. ¡ABSURDO!. El Arranca Berroterán es estúpido en su esencia. Un su A LA PROFESORA CECILIA GARCÍA AROCHA percibo a una persona que se arrastra, que requiere de reconocimientos y halagos. Imagino que el CECILIA GARCÍA AROCHA FIJA POSICIÓN le debe tener el ego a punto de reventar. ¡POBRE UCEVISTA!.
Reitero lo siguiente: “No se imagina cuanto lamenté tener que darle respuesta pública a su mensaje”. ¿Sabe porqué?. Sostengo:
¡Malditos sean los que hacen miserable al hombre!
¡Malditos los que lo humillan y lo escarnecen!
En mi ética, lo anterior vale para todos, incluido al que suscribe.
Por necesidades políticas relativas a mi pelea con Ustedes, en La Torta tuve que pulverizarlo; resultó humillado y sometido al escarnio público.
Lo mismo me he visto obligado a hacer con:
-Víctor Márquez. Su POSICIÓN DEL PRESIDENTE DE LA APUCV SOBRE LA REFORMA CONSTITUCIONAL es ramplón, por decir lo menos. No creo que tenga palabras para responder a DEJEMOS QUE EL LIBERTADOR SE REVUELQUE EN PAZ EN SU SEPULCRO.
-Ricardo Ríos. Considero que su participación en la Revolución Sandinista le causó algunos daños sicológicos. En las personas que viven experiencias de guerra se pueden producir, entre otras, dos de estas patologías, en mayor o menor intensidad: No pueden vivir sin ella o el sonido de un tirito las pone al borde de una crisis de pánico. Creo que él sufre de lo último.
-Carlos Torres. Su caso es patético. Él, más que algunos de Ustedes, podía hacerse una idea de que yo no soy fácil de “manejar”. Creo que pudo percibir de cerca lo duro de la pelea que le dimos a la Directiva Institucional en los finales del 90 del XX. Cuando salíamos de la Asamblea de Jubilados y Pensionados del 12 de Marzo de 2008, me le acerqué y le dije que quería encontrar una vía que no fuese el escenario público. Respondió: “Si es pública, no tenemos problemas”. La estupidez humana es infinita.
-León Arismendi. Cualquier político y/o abogado con perspectiva no hubiese convalidado el Decreto Carmona; con él se “suicidaba” el “ataja perros” del 11 de Abril de 2002.
Sé quienes son algunos de Ustedes, o de sus relaciones. Debo admitirlo: Abrigo temores sobre mi integridad y la de los míos, pero los asumo. Dejen la ridiculez de tener las puertas cerradas y reconsideren la medida de mi “libre acceso”. No se escuden en El Loco. Por mí no teman; se pelear con “hidalguía”. Sus miedos están fundados en otros elementos. Han jodido la teca y la meca. Eso tiene un precio que no me corresponde cobrar. Yo estoy en lo mío con ética, criterios y conciencia.
Son difíciles de roer. ¿Por duros?, ¿por consistentes?. ¡NO!. Por soberbios estúpidos o estúpidos soberbios. Como es cierto que, en algunos casos, el orden de los factores no altera el producto, me pregunto: ¿Serán lo mismo; 50 y 50; NO y SÍ?. No lo sé.
Imposible roer lo informe, lo indefinible, lo estúpido. ¿Lo anterior implica que son invencibles?. ¡NO!. Sigo en la pelea.
¿Hasta dónde llegaremos?. No lo sé. Ustedes tienen la palabra.
Voy a la huelga de hambre. ¿Cuándo?. No lo sé. ¿Dónde?. Tampoco.
Ya para finalizar, le recomiendo el adjunto y El Hombre Mediocre (José Ingenieros). Por su lectura, no dejará de ser un mediocre, pero allí encontrará un lugar, un sentido de existencia. José Montesinos discierne, entre otras, sobre de la necesidad de la existencia del hombre mediocre; ello le servirá de consuelo.
Para lo que sea menester, incluso polemizar, quedo de Usted,
Orlando Arrechedera García.
La Sombra Azul
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