50 años de un hito del cine español
'Las chicas de la Cruz Roja' marcaron el inicio de la nueva comedia española
EFE - Madrid - 01/05/2008
Con la llegada de Las chicas de la Cruz Roja, estrenada en 1958, Concha Velasco y Tony Leblanc se convirtieron en el rostro de la nueva comedia española, aquélla que intentó dejar atrás el cine de posguerra y sus obsoletas formas para dar paso, años más tarde, a la España ye-ye. La feliz unión de ambos intérpretes y del guionista y productor Pedro Masó, que da como resultado Las chicas de la Cruz Roja, se ha convertido, cincuenta años después de su estreno, en un objeto de culto kistch para el espectador actual y en un claro ejemplo de la complicidad que en esta época mantiene el cine español con su público, entre otras razones por su acertada búsqueda de estrellas propias con las que hacer industria.
Mabel Karr, Luz Márquez, Katia Loritz y la propia Concha Velasco irradian una virginal ingenuidad. Cuatro mujeres de distinto estrato social unidas como voluntarias durante el "día de la banderita" y convertidas en eje central de esta comedia que, a pesar de practicar un humor tan blanco como el del uniforme de sus protagonistas, no huye de la censura, que detecta "peligrosidad" en algunas de sus escenas.
De esta forma, su director, Rafael J. Salvia, logra el éxito más clamoroso de su carrera y avanza esa España ye-ye a la que contribuyen otros títulos en los que la presencia de Leblanc y Velasco resulta inevitable, como las comedias corales El día de los enamorados (1959), de Fernando Palacios, y Amor bajo cero (1960), de Ricardo Blasco, o la cinta Historias de la televisión (1965), de José Luis Sáenz de Heredia, que incluye el celebérrimo tema musical firmado por Augusto Algueró interpretado por la actriz vallisoletana.
Además, Las chicas de la Cruz Roja, que también cuenta con una composición de Algueró como tema central, descubre al espectador un Madrid en tecnicolor y cuida con esmero la imagen de una ciudad de vocación cosmopolita, que intenta colocarse a la altura de otras capitales europeas y del resto del mundo. Un auténtico esfuerzo promocional para el lucimiento de la ciudad española.
La respuesta del público español es contundente y la cinta compite ese año en lo más alto del ránking de taquilla con otro éxito popular como el de
'Las chicas de la Cruz Roja' marcaron el inicio de la nueva comedia española
EFE - Madrid - 01/05/2008
Con la llegada de Las chicas de la Cruz Roja, estrenada en 1958, Concha Velasco y Tony Leblanc se convirtieron en el rostro de la nueva comedia española, aquélla que intentó dejar atrás el cine de posguerra y sus obsoletas formas para dar paso, años más tarde, a la España ye-ye. La feliz unión de ambos intérpretes y del guionista y productor Pedro Masó, que da como resultado Las chicas de la Cruz Roja, se ha convertido, cincuenta años después de su estreno, en un objeto de culto kistch para el espectador actual y en un claro ejemplo de la complicidad que en esta época mantiene el cine español con su público, entre otras razones por su acertada búsqueda de estrellas propias con las que hacer industria.
Mabel Karr, Luz Márquez, Katia Loritz y la propia Concha Velasco irradian una virginal ingenuidad. Cuatro mujeres de distinto estrato social unidas como voluntarias durante el "día de la banderita" y convertidas en eje central de esta comedia que, a pesar de practicar un humor tan blanco como el del uniforme de sus protagonistas, no huye de la censura, que detecta "peligrosidad" en algunas de sus escenas.
De esta forma, su director, Rafael J. Salvia, logra el éxito más clamoroso de su carrera y avanza esa España ye-ye a la que contribuyen otros títulos en los que la presencia de Leblanc y Velasco resulta inevitable, como las comedias corales El día de los enamorados (1959), de Fernando Palacios, y Amor bajo cero (1960), de Ricardo Blasco, o la cinta Historias de la televisión (1965), de José Luis Sáenz de Heredia, que incluye el celebérrimo tema musical firmado por Augusto Algueró interpretado por la actriz vallisoletana.
Además, Las chicas de la Cruz Roja, que también cuenta con una composición de Algueró como tema central, descubre al espectador un Madrid en tecnicolor y cuida con esmero la imagen de una ciudad de vocación cosmopolita, que intenta colocarse a la altura de otras capitales europeas y del resto del mundo. Un auténtico esfuerzo promocional para el lucimiento de la ciudad española.
La respuesta del público español es contundente y la cinta compite ese año en lo más alto del ránking de taquilla con otro éxito popular como el de
¿Dónde vas Alfonso XII?,¿Dónde vas triste de ti? en 1960.
Pedro Masó no deja escapar el que a la postre se convierte en el título que marca su trayectoria cinematográfica y escribe junto a Vicente Coello el guión de Tres de la Cruz Roja, comedia de 1965 de Fernando Palacios en la que tres adictos al fútbol interpretados por otros tantos ases de la comedia del momento -José Luis López Vázquez, Tony Leblanc y Manolo Gómez Bur- deciden alistarse en la Cruz Roja para poder asistir cada domingo al estadio de forma gratuita. El resultado: otro de los más clamorosos éxitos de taquilla de la década.
Pedro Masó no deja escapar el que a la postre se convierte en el título que marca su trayectoria cinematográfica y escribe junto a Vicente Coello el guión de Tres de la Cruz Roja, comedia de 1965 de Fernando Palacios en la que tres adictos al fútbol interpretados por otros tantos ases de la comedia del momento -José Luis López Vázquez, Tony Leblanc y Manolo Gómez Bur- deciden alistarse en la Cruz Roja para poder asistir cada domingo al estadio de forma gratuita. El resultado: otro de los más clamorosos éxitos de taquilla de la década.
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